jueves, 13 de junio de 2013

CAPITULO 8: Te amo pero... no podemos estar juntos. (+18)

IMPORTANTE: contenido sexual en este capitulo (lo marcare para que l@s que no quieran leerlo no lo hagan)



-No Peeta... te... te amo

Sentía su mirada en mi.

-¿Que?

-Ya se  porque te escogió a ti, ya se porque tu fuiste su forma de hacerme daño. Te amo Peeta- dije mirándolo a los ojos, intentando demostrarle que esta vez era sincera que no había truco detrás de mis palabras-. Te quiero Peeta. No me preguntes desde cuando porque no lo se... puede que desde los juegos... no lo sé... puede que antes. Pero... no puedo permitirme amarte.

-¿Porque? ¿porque me dices que me amas para luego decirme que eso no cambia nada? ¿porque no podemos estar juntos?

-Me da miedo... me da miedo amarte, me da miedo el sentimiento de amar a alguien. Amar a alguien significa una relación y una relación puede terminar en boda y una boda en bebes y... esa es la zona que me da miedo. No quiero traer a mis hijos a un mundo en el que existan los juegos del hambre.

-Piensas demasiado, te adelantas a los acontecimientos- se acercó a mi oído y me susurró-. Mi intención ahora mismo no es ser padre... quizá si en un futuro, pero ahora no. Solo no pienses en eso, por favor. Solo en ti, en lo que quieres. Quieres... ¿Quieres estar conmigo? ¿ser mi pareja, mi amiga, mi novia?

-Si, quiero ser tu pareja, tu amiga, tu novia, tu... amante- me sonrojé, y el me miró con una sonrisa que le ilumino toda la cara.

-En un futuro, cuando estés lista.

-Peeta...

-¿Si?

-Me da vergüenza

-Dímelo.

-No estoy lista para llegar hasta el final, pero... quiero... quiero hacer algo, estoy lista para hacer algo.

-¿Estas segura? ¿Ahora?-Asentí con la cabeza y el levantó mi cara para besarme como nunca lo había echo, si alguna vez en la cueva pensé que ese beso que me dio me produjo hambre de mas... este era como si fuese a morir si se apartaba-. Si quieres que pare solo tienes que decírmelo.

-Lo sé

-Kat... tengo que ponerme la pierna o te aplastaré- Baje de encima suya y le vi colocársela con impaciencia. Antes de darme cuenta de que ya estaba en su sitio volvió a besarme. 

(EMPIEZA)

Me cogió de forma que mis piernas quedaron enredadas en su cintura y se puso de pie con migo encima.

-¿que haces?- le pregunte confundida y con una pizca de picardia.

-Estamos en desventaja cariño, eso tengo que remediarlo- dijo haciendo que desenrollase las piernas de su cintura. Una vez en el suelo sentí como acariciaba mi estomago  mirándome a los ojos, como buscando algo que le dijese que quería que parar, yo solo le sonreí y le bese, dándole permiso para continuar. El tiró de mi pantalón hacia abajo y abrí un poco las piernas para que se deslizase hasta el suelo. Gesto que el aprovecho para acariciar la cara interna de mis muslos, subiendo y bajando, pero siempre quedándose demasiado lejos de esa zona de mi cuerpo que comenzaba a necesitarle fuertemente. De mi boca salían gemidos cada vez que se acercaba. Conocía como iba esto, no era tonta, pero las sensaciones que estaba experimentando me asustaban pero a la vez me hacían querer mas, como cuando ves una de esas películas de miedo que echan de vez en cuando por la tele y tu intentas mirar hacia otro lado pero siempre vuelves la vista hacia la pantalla.

Necesitaba mas, note como mi centro se humedecía aun mas de lo que ya estaba.

-Peeta... Por favor, me estas volviendo loca.

El se rió nerviosamente y volvió a cogerme para tumbarnos a ambos en la cama. Note su dedo pasar por mi intimidad, por encima de mi ropa interior, que ahora estaba empapada. Eso pareció gustarle porque me miró a los ojos y me sonrió.

-Katniss, levanta un poco para que pueda quitártelas- le obedecí al instante. Le necesitaba, necesitaba cualquier parte de su cuerpo en esa zona ahora mismo, la que fuese. Podría hacer con migo lo que quisiera que le dejaría. Si quería llevarse ahora mismo mi niñez que se la llevara, era toda suya. Una vez la prenda estuvo fuera el separo mis piernas y volvió a situarse entre ellas pasando sus dedos por mis pliegues, haciéndome querer gritar.

-Relájate.

-No... no puedo. Podrían escucharnos.

-Eso tiene arreglo- dijo uniendo nuestras bocas, tenia razón, si  me dejaba llevar cuando nos besábamos su boca amortiguaba el sonido. No había forma alguna de que mi madre y mi hermana nos oyesen.

Sentí como poco a poco un fuego iba creciendo en mi interior formándome mariposas en el estomago. Hasta que explote mordiendo su labio para evitar un grito. De repente mi cuerpo se relajo y comencé a respirar entrecortadamente. El volvió a besarme.

Nos giré, sentándome a horcajadas sobre el, y note su excitación.

-Se bajará con una ducha bien fría.

Me deshice que la única prenda que me quedaba y le dije lo mas sensual que pude.

-¿Porque va a hacerlo la ducha si puedo hacerlo yo?


No hay comentarios:

Publicar un comentario