lunes, 10 de junio de 2013

Capitulo 7: No te vallas.

Posible contenido (+16/18) para los mas subceptibles y (+14) para las mas pervertidas GRARRRRR!!!



Abrí los ojos al notar como el, tratando de no despertarme soltaba mi mano. En nuestras espaldas ya solo quedaba algo así como pequeños arañazos, nada que no nos permitiera andar y trasladarnos a nuestras respectivas camas. Mi madre le dijo que viniera todas las tardes a que le vieran la espalda, mas por insistencia mía que por que de verdad lo necesitase, después de eso se quedaba a cenar, me acompañaba a mi habitación y sostenía mi mano hasta que me quedaba dormida. Ambos nos sentíamos mejor así.

-Peeta- susurré. El se giró inmediatamente a verme.

-No quería despertarte.

-Lo se, no estaba del todo dormida.

-Es tarde, tengo que irme a casa.

-No lo hagas, quédate. Déjame cuidar de ti aunque solo sea un poco, esta noche, se que tu no duermes. Tus ojeras son cada vez mas grandes.

-No te entiendo, ¿quieres que me quede? ¿aquí? ¿contigo?

-Si- dije haciéndole un hueco-. Creo que la ultima vez que dormimos una noche de un tirón fue cuando mi madre nos puso juntos cuando lo de los latigazos- sonreí al recordar como se había negado a salir de la habitación después de que le dejasen entrar. Aseguraba que si salia no le dejarían volver a entrar- A lo mejor, si te quedas podríamos conseguir dormir los dos. Ven. No me hizo falta mucho mas, se acercó hacia mi y se tumbo a mi lado-. ¿Duermes con la pierna puesta?

Bajo la vista.

-Si

-Tiene que ser incomodo.

-No mucho.

-Peeta...

-Vale, no, no duermo con ella puesta... es solo que no me gusta que me vean sin ella si puedo evitarlo, siento  como... como si no fuese yo, como si no fuese humano.

-Créeme, no hay nadie mas humano que tu.

-Me siento un monstruo.

Me senté en la cama y cogí su cara entre mis manos.

-No eres un monstruo, eres Peeta, mi Peeta, con una o dos piernas sigue siendo tu.

-Katniss.

-¿Si?

-Yo... esto... dudo que pueda atraerte físicamente a así- dijo sonrojándose.

-¿Atraerme? Te refieres a... bueno, ya sabes- ahora fui yo la que se sonrojo.

-Bueno... si. ¿siquiera besarías a alguien así?

Mordí mi labio y sin pensarlo le besé, nuestro primer beso sin cámaras delante. Si lo que necesitaba para no considerarse un monstruo era saber mi opinión sobre el en ese sentido, me tragaría mi vergüenza y se la daría. Comencé a besarle el cuello.

-¿No te has mirado nunca en un espejo?- me separé de el-. Quítatela. Quiero verte si ella.

-Katniss, no creo.

-Quítatela. Confía en mi.

Se sentó en la cama y se quitó las pantalones, vale, no era la primera vez que le veía sin ellos pero... cuando lo hice estaba enfermo y no estábamos en mi habitación, en mi cama. Tranquilízate Katniss, tiene que quitárselos para quitarse la pierna. Vi como se la quitaba y la dejaba a un lado y vi como fue a ponerse de nuevo los pantalones, pero lo detuve, me miró sorprendido y, aun mirándole, tire de su camiseta hacia arriba.

-Katniss ¿que...?

-Shh

Acabe de sacar su camiseta y baje acariciando desde su cuello hasta sus perfectos abdominales, y luego toque el muñón.

-Katniss no hagas eso.

-Confía en mi. Ahora es parte de ti, esta bien- le empuje dejándolo tumbado en la cama y me arrodille a su lado y volví a besarle-. Me encanta lo fácil que es enredar mis dedos en tu pelo cuando te beso-. dije mientras los enredaba-. Me encantan tus ojos, que son transparentes. Lo dicen todo, son una puerta hacia lo que piensas y sientes, supongo que por eso es tan fácil perderse en ellos- dije besándolo en los parpados-. Me encantan tus labios, son adictivos- susurre besándolo suavemente-. Me encanta la forma en la que levantas el cuello cuando te beso en el, aunque eso lo acabe de descubrir- le bese en el cuello, probablemente mañana tendría una marca-. Me encantan tus brazos, cuando me abrazas me siento protegida, como si ni una bomba pudiera dañarme- bese sus hombros-. Y tu cuerpo... digamos que te ha sentado genial cargar con los sacos de harina- le bese desde el hombro hasta el ombligo- y tu pierna... -dije besando cerca del muñón- solo es una señal de lo que estas dispuesto a dar por la persona a la que amas... a cualquier chica que le desagrade... no te merece, ni a ti ni a nadie. Eres perfecto Peeta, perfecto.

El levanto su brazo hasta llegar a mi cara, ya que había subido hasta la altura de la suya y juntó nuestros labios.

-Eres hermosa.

-¿No estábamos hablando de ti?- le pregunte volviendo a besarle. Me puse con una pierna a cada lado suya y continué besándolo mientras acariciaba donde debería estar las cicatrices que le hicieron en los juegos. Nuestro pulso se aceleró... mas y noté como el tiraba de mi camiseta hacia arriba, intentando quitarla, le deje y seguimos besándonos apasionadamente. Cuando sus manos se posaron en la goma de mi pantalón de dormir le detuve-. Para, no... no estoy preparada para esto.

Volvió a  besarme, aunque esta vez de forma dulce.

-No pasa nada, lo entiendo. Tienes que aclarar tus ideas y no voy a forzarte, y si no estas preparada... no lo estas. Esperaré a que todas las dudas se vallan de tu cabezas y si cuando lo hagan quieres que yo sea el primero, estaré esperándote.

Baje de encima de el y me tumbe a su lado, con la cabeza apoyada en su hombro

-Peeta... te quiero.

-Y yo también a ti, siempre.

-No Peeta... te... te amo




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